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Hoy 22 de abril celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra como reconocimiento a sus ecosistemas y a la vida que nos proporcionan.
La Tierra es nuestro hogar, y como sus habitantes, nos corresponde la responsabilidad de promover la armonía con la naturaleza a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
La Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos. Por ejemplo, en Bolivia la llaman «Pacha Mama» y nuestros ancestros en Nicaragua se referían a ella como «Tonantzin».
La proclamación del 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra supone el reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia. También supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde, como se expone en la Declaración de Río de 1992, de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
En junio de 2012, los líderes mundiales se reunieron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20). Las conversaciones se centraron en dos temas principales: cómo construir una economía verde para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza y cómo mejorar la coordinación internacional para el logro del desarrollo sostenible.
Según palabras recogidas en el Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon:
«La Madre Tierra nos pertenece a todos; Río+20 es una de esas oportunidades que sólo se presentan una vez cada generación y que todos debemos aprovechar.»